Storytelling: contar buenas historias con datos
Analizamos las recomendaciones de la autora Cole Nussbaumer Knaflicpara crear buenas historias con datos.
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Por Sasha Muñoz Vergara. Publicado: julio de 2021
Los datos, en especial numéricos, son elementos que pueden ser complejos para los lectores. Una buena forma de aterrizar los datos al mundo real y hacerlos más comprensibles es el storytelling. El arte de contar una historia de forma que transmite a los receptores la capacidad de interiorizar, comprender y crear significado personal de ello.
El prólogo de la guía Storytelling with Data: A data visualization guide for business professionals de Cole Nussbaumer Knaflic, menciona que tener toda la información del mundo al alcance de la mano no facilita la comunicación: la hace más difícil. Cuanta más información esté tratando una persona, más difícil será filtrar a los bits más importantes.
El texto comenta que ser capaz de contar historias con datos es una habilidad que se está volviendo cada vez más importante en nuestro mundo donde abundan los datos. Una visualización de datos eficaz puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso cuando se trata de comunicar los resultados de un estudio o simplemente conseguir su punto a través de su audiencia.
Los periodistas deberíamos tener en cuenta las siguientes recomendaciones de la guía de Nussbaumer a la hora de narrar una historia, pues al fin y al cabo, los datos deben llevarte a descubrir algo que contar.
1. Entiende el contexto
Es importante tener el contexto como punto de partida de tu historia. Debes pensar a quién le estás comunicando y cómo te percibe tu audiencia. Esto te puede ayudar a identificar qué lenguaje debes usar, qué tono, qué necesitas que tu audiencia sepa de esta historia.
El storyboarding - un guion visual del contenido que se planea crear- es quizás la cosa más importante que puedes hacer para asegurarte de que la comunicación está en el punto correcto, pues establece una estructura y unos pasos a seguir. Puedes utilizar: Shotbox, Storyboard Generator o Storyboard That.
2. Escoge la visualización correcta
El contexto lo es todo y te ayudará a elegir la forma correcta de mostrar tus datos. El primer paso debe ser conocer qué tipo de datos tienes. Si tienes pocos números tal vez no necesitas un gráfico, algunas veces, una simple frase es suficiente y mucho más clara.
La guía dicta que “cuando haya apenas un número o dos que quiera comunicar: utilice los números directamente”. Cuando haya más datos que mostrar, generalmente una tabla o gráfico es el camino a seguir. Una cosa que debes entender es que las personas interactúan de manera diferente con estos dos tipos de imágenes y en muchos casos no hay una sola visualización correcta; más bien, a menudo hay diferentes tipos de imágenes que podrían satisfacer una necesidad determinada.
Te recomendamos este artículo sobre cómo visualizar mejor el data sobre el COVID-19: Tips for visualizing COVID-19 data
3. Elimina el desorden
Nussbaumer menciona la carga cognitiva como el esfuerzo mental que se requiere para aprender una nueva información. Es lo que hacemos con los datos que brindamos a una audiencia.
Si tenemos una gran cantidad de datos y no los comunicamos de forma organizada, la audiencia no va a entender lo que queremos que comprenda. “Los cerebros humanos tienen una cantidad finita de este poder de procesamiento mental”. Como diseñadores de información, tenemos que ser inteligentes sobre cómo usamos el poder cerebral de nuestra audiencia.
Lo que debemos evitar es el procesamiento que absorbe recursos mentales pero no ayuda a la audiencia a entender la información. Además, si hay desorden, la historia puede parecer más difícil de lo que en realidad es.
4. Guía la atención a donde la quieres
Aquí debes pensar en cómo tu audiencia observa y percibe la información. Las herramientas de diseño y visuales se pueden utilizar para crear una jerarquía visual de elementos para guiar a su audiencia a través de la información que desea comunicar en la forma en que desea que lo procesen.
Una cosa a tener en cuenta es que la gente tiende a asociar valores cuantitativos con algunos, pero no todos, de los atributos preatentivos (que son los que se procesan en la memoria sin nuestra acción consciente). Por ejemplo, la mayoría de la gente considerará que una línea larga representa un valor mayor que una línea corta. Esa es una de las razones por las que las tablas de barras son sencillas de leer.
Esto es importante porque nos dice cuál de los atributos se puede utilizar para codificar información cuantitativa (longitud de línea, posición espacial, o en un grado más limitado, ancho de línea, tamaño e intensidad se puede utilizar para reflejar el valor relativo), y que deben utilizarse como diferenciadores categóricos.
5. Piensa como un diseñador
Cuando se trata de la forma y función de nuestras visualizaciones de datos, primero queremos pensar en qué es lo que queremos que nuestra audiencia sea capaz de hacer con los datos (función) y luego crear una visualización (forma) que permita esto con facilidad.
Debes estar pensando: Pero no soy diseñador. “Deje de pensar de esta manera”, dice el libro, puedes reconocer un diseño inteligente. Al familiarizarnos con algunos aspectos comunes y ejemplos de gran diseño, inculcamos confianza en los instintos visuales y aprenderemos algunos consejos prácticos para seguir y ajustes para hacer cuando las cosas no se sientan bien. Por ejemplo, destacar lo importante, eliminar distracciones, crear una jerarquía visual clara, utilizar herramientas de diseño de gran accesibilidad y compartirlo con otras personas antes de publicar, para que te den su opinión y comenten sobre si es claro el mensaje o no.
Puedes acceder a la guía completa de Cole Nussbaumer Knaflic en este link y conocer más de la autora y su blog aquí.
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